jueves, 7 de enero de 2010

Un dia cualquiera

Mientras me tiraba a aquella monja en el confesionario, recordé, que un día tuve novia. Me sentí tan vacío, que ni las caricias de una de las mujeres de Dios, me llenaban, aunque yo a ella si. Me subí los pantalones y la deje allí. Corrí a refugiarme a mi templo, abrí las pesadas puertas. Los suelos de mármol, abrillantados por varias derramas de líquido, sonaban graciosos cuando pasaba por encima. El monje, me sirvió sin que le pidiera nada, cosa que agradecí en forma de generosa propina. Burbon, delicioso sabor a madera en mi garganta, atronador trueno que acalla mis lúgubres pensamientos. Aquella mujer que tapaba al resto, no estaba a mi lado, y por mi culpa. Nada mas que hacer. Tragué el último trago de ese brebaje y salí a buscar bronca.

5 comentarios:

Esku dijo...

Esta bien el blog, pero eso de que unas entradas tengan la letra mas grande que otra... XD.
Te dejo en favoritos en mi navegador y ya te ire leyendo.

Saludos.

Irina dijo...

Sabes que siempre me encantan este tipo de realtos.
Pienso que los bohemios eran lo que mejor sabian vivir y entender la vida. Hoy en dia deberia haber mas.

Patxi Abadía dijo...

NOOOOO, que me quitan la exclusividad xDD

Irina dijo...

jajaja ¿que te has pasado a las prensa rosa y sus "exclusivas" o que?

Patxi Abadía dijo...

no lo e pensado aunque todo llegara

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