martes, 20 de septiembre de 2011

De un viejo primavero bohemio

Llámame,
te necesito,
no puedo hacerlo si tu no quieres
y tampoco lo se.

Estoy desesperado y abatido.
Te siento tan cerca,
estas lejos,
te dejé fuera de mi corazón,
no quieres volver.

Lo entiendo pastelera.

Recuerdo esas palmeras de yema
que duraban más en mi paladar
que en en mis manos
y tu cara de niña buena
al verme comer tan a gusto.

Recuerdo tus broncas
por fumar en pipa en tu casa,
recuerdo tu cama,
tu portátil manchado de cerveza,
tu navaja con la que me afeitaba,
tus cajas de debajo de la cama,
tus labios en mi cuerpo,
tu sonrisa cadente al probar el té recién hecho,
tu mirada aquella mañana en Getaria
cuando, un niño me confundió con su padre,
tu abrazo cada noche,
tu silueta cuando me iba a trabajar tan temprano.

Te extraño y,
se que no te recuperaré.
Creo que eso,
es lo que hace que lo que por ti siento,
sea tan perfecto.