lunes, 5 de abril de 2010

Estación del tren

Sentado en un banco de la estación del tren. Escribo en el ajado cuaderno con la pluma de tinta roja, el recuerdo de la última vez que con ella estuve allí. Los trenes pasan y yo sigo pasando hojas, a veces leyendo lo que había escrito y otras continuando. Al estar allí sentado tengo el privilegio de ver reencuentros emocionantes y desagradables despedidas. Rememoro. Era mas joven, tenía menos barba y el pelo era mas corto. Una chica de pelo azabache, nívea piel y lánguido cuerpo, sonría porque estaba a mi lado. Vi como se acercaba a mi oído y dijo: "Tranquilo, la semana que viene, en este mismo tren, regresaré a tu lado".
Pasó aquella y semana y dos más también. Incluso meses ya sentía en mi piel, pero ella no regresaba. Inmóvil, inmueble mas de la estación, quince minutos antes de la hora acordada y quince minutos después, espero a que, aquella, vuelva a bajar del tren, vuelva a besarme, vuelva a susurrarme.