domingo, 17 de julio de 2011

Allí

Le miré a los ojos y no puede evitarlo, lo confesé y le dije despacio: " se que el tiempo a pasado y el nuestro, por desgracia también. Pero necesito decirte algo, aun te amo. Todavía me duele no saber de tus labios, ni conocer tus abrazos. Te extraño tanto y saber que jamás volveré a notar tu presencia tan cerca como desearía me va sumiendo en la tristeza. Te quiero" Y ella que con un gesto que no quiero olvidar, se acercó imperceptible a mi oído y dijo en un contundente susurro: "Gracias". Luego beso mi cuello en instante fugaz y se fue con su pareja.

Mi señora...

Pienso en tantos recuerdos y sueños:
la primera vez que te vi
paseando tu sonrisa;
aquel sedoso sueño, en sábanas blancas
cerca de la espuma del proceloso mar;
aquella vez que me acariciaste el rostro...
esa onírica realidad de terciopelo blanco
en la que nos besábamos despacio.
Ese día en el que entendí que jamás estaré a tu lado
y aquella noche en la que no podría seguir viéndote
por que me desgarra el alma
no ser tuyo,
no tener tus labios,
no respirar tu aroma cada mañana.
¡Juro que no volveré a sonreír cada mañana!