viernes, 9 de julio de 2010

¡Ya!

Es la decepción personal
quien me empuja,
Es la vergüenza
quien me alienta,
Es el suicidio
lo que me espera.

martes, 6 de julio de 2010

A un recuerdo.

Una luz blanca resbalaba por su piel hasta su sonrisa, de la que no podía apartar mis ojos. Aquel cabello, suelto pero ordenado, acariciaba mi pecho desnudo mientras el suyo, no muy grande, completaba su esbelta figura. Acariciaba mi pelo con unas manos tan suaves que pensé que era la brisa que entraba por la ventana desde el mar en calma.
Cada movimiento acompasado, cada gemido desbocado hasta que, rendida y extasiada, cae sobre mí fundiéndonos en un abrazo con más significado que todo lo que hubiera podido pasar antes.
La enmarañada melena cubría, etérea, una tímida sonrisa, su sonrisa, mi vida. No fue necesario que dijera nada, era ella.