El ironico futuro

No sabía el blues que estaba escuchando cuando estaba entrando la jaula de su canario. Pensó, no se porqué, en como iba a dejar el mundo. Futuró que moriría saltando desde la Torre Eifel o ahogándose en el jacuzzi de Jack Nicholson o esnifando una línea de oro con platino o tratando de matar a pedradas un león. Resultó, que al pensar todo aquello no se dio cuenta del pequeño bordillo de la entrada, tropezando y callendo, partiendose el cuello y muriendo al caer, sobre su inmóvil cabeza, el alpiste de su canario.

Vill

El susurro del aire al salir de entre sus labios era algo que podría haber contemplado durante toda la mañana. Desnuda, acariciada por un sábana blanca, pelo desordenado y sonrisa de un ángel perverso. Manos delicadas, una de ellas, aún entrelazada con la mía. Respiraba despacio, casi imperceptible y así movía su pecho. Me acosté a su lado, acariciando su pelo, no quise despertarle. Sus párpados se abrieron y dejaron paso a esas infinitas esmeraldas, su sonrisa, ahora angelical, risueña. "Buenos días guapo" me dijo suavemente. Irremediablemente, le besé.