martes, 14 de junio de 2011

Cierto....

Y ella dijo:
Es algo que temo plantearme.
¿Saldrá bien y seré feliz?
Pero,
si no sale te perderé.
No volverás
y te necesito para sentirme viva.
Necesito saber que estas... que estarás....
Saber que me quieres,
que significo algo para ti.
No puedo arriesgarlo
no quiero arriesgarlo.

Y él contestó:
Pasara lo que pasase
nunca me perderías.
¿No entiendes que eres Tú?
Que se que desde que
el primer día de clase
y supe que eras tú.
Aun que supiera que no me conocías,
que era probable que jamás coincidiéramos,
que no estuviéramos...
Pero sabía que eras Tú,
como todavía lo se.
No podría alejarte de mí
porque eres tan parte de mí
como mis manos
como mis ojos
como mi corazón que palpita contento
con solo acordarme de...
tu sonrisa.
Y esto,
aunque te parezca mentira
es algo, que pase lo que pase
siempre será así.
No puedo ser más sincero.

Y ella dijo:
Te quiero.

lunes, 13 de junio de 2011

Siempre mantuvo la esperanza

En el despacho de su casa, barba espesa, gafas finas, un purillo de aroma a vainilla y unos ojos azules y cansados. Sacó un folio y su vieja pluma azul de tinta roja:
"Dicen que cuando has encontrado ha esa persona especial, sabes que es ella por impulso. Bien, tengo sesenta y cinco años y todavía no se que es esa sensación. Creo recordar, hará unos cuarenta y cinco años, una de las personas que más he querido, rubia con los ojos más azules que me pueda imaginar y esa sonrisa que todavía me hace estremecer, se iba a casar con mi mejor amigo, mi hermano Miguel. Creo que fue en ese instante, cuando dijo "Si quiero" con esa sonrisa, en el que ese impulso se transformó en llanto que disimulé en lágrimas de felicidad. ¡Era ella y ahora lo entiendo! He perdido demasiado tiempo tiempo compadeciéndome de mí mismo, escribiendo y bebiendo inútilmente. ¡Ya es hora de vivir!"
Dejó su pluma encima del papel y esta, comenzó a derramar pequeñas gotitas de sangre. Tomó su clásica cazadora de cuero, las llaves de su vieja moto y fue a casa de su hermano. Abrió la puerta sin esperar a preguntar o siquiera llamar y se vieron. Solo pudieron sonreír.