viernes, 29 de enero de 2010

A petición de Arantza

Acompasado, rompe el mar a pocos metros de sus pies entrelazados. Se han pasado toda la tarde paseando, agarrados de la mano y simplemente sonriendo. Ahora, en la intimidad del atardecer, se tumban mirándose a los ojos. Ella con un escueto bikini negro, como sus ojos, como su pelo, él, acariciando su contorno. Le gustaría decir algo bonito, algo con sentimiento que le hiciera emocionarse a ella y justo cuando se le ocurre y lo va a decir, ella, le silencia con un dedo en su boca. Se acerca y besa esa boca que iba a tratar de cautivarla.

El mar ya casi roza sus pies.

miércoles, 27 de enero de 2010

Rutina

Una luz blanca, que perfila las figuras yertas de la noche, acompaña su caminar. Tambaleante, con una pegajosa botella de whisky, avanza sin rumbo ni retorno. Pantalones manchados, gabardina rajada por una pelea que tuvo con una esquina, sombrero de apariencia caro y de realidad falsificado. Encuentra un banco, se sienta y se siente orgulloso de si mismo. Contempla esa luz nívea, falsa y errante como él, la que viene de la luna. Sonríe con la boca torcida. Vomita sin remedio en el suelo, y su sombrero cae encima de esa mezcla de whisky y fluidos internos. Se siente peor, coge el sombrero, lo limpia con la manga y se lo pone de nuevo. Le gusta vivir así, en el limbo borracho, donde todo es felicidad, donde no hay problemas, donde todo da vueltas. Decide dormir.
A las pocas horas, una luz recia y amarilla, impacta impasible en el rostro de este desgraciado. Una luz real, que le hace abandonar el útero virtual producido por el alcohol, retuerce y aprieta su cabeza. Mira los restos aún frescos de la noche anterior, el olor de su ropa, y esa botella. La coge maldiciendo y la revienta contra el suelo. Quiere olvidar que es un asqueroso borracho. "Una botella de ron" dice a la cajera del supermercado. Buen comenzar.

martes, 26 de enero de 2010

Lo que veo de mi, 3º

Vendo corazón, el mio, al mejor postor.
Me da igual sexo o condición,
solo pido un poquito de amor,
algo de cariño
que me haga sentir querido
que vuelva a sentir un latido.
O
alguien que me de sexo bestial
que me arranque el corazón al final
para que jamas sienta lo que es amar.

lunes, 25 de enero de 2010

Mi punto de vida

Vive como un loco,
habla como un genio,
bebe como un bohemio,
y muere como todos.