viernes, 29 de enero de 2010

A petición de Arantza

Acompasado, rompe el mar a pocos metros de sus pies entrelazados. Se han pasado toda la tarde paseando, agarrados de la mano y simplemente sonriendo. Ahora, en la intimidad del atardecer, se tumban mirándose a los ojos. Ella con un escueto bikini negro, como sus ojos, como su pelo, él, acariciando su contorno. Le gustaría decir algo bonito, algo con sentimiento que le hiciera emocionarse a ella y justo cuando se le ocurre y lo va a decir, ella, le silencia con un dedo en su boca. Se acerca y besa esa boca que iba a tratar de cautivarla.

El mar ya casi roza sus pies.

3 comentarios:

mer dijo...

Que deleitante es el olor del mar.

(Que nadie te silencie... que las palabras fluyan como la corriente de la mar)

Patxi Abadía dijo...

gracias ^^

MARGA dijo...

Me encanta.Llegaras hasta donde quieras llegar, si en el camino te cansas y la adversidad te puede, no te rindas, solo descansa y sigue adelante, no te rindas nunca.
TE QUIERO: MARGA.

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