lunes, 7 de marzo de 2011

En un concierto

Esa sonrisa entre la multitud
me devuelve esa felicidad perdida.
Cariño, calor... mi corazón.
Y saber que solo su abrazo es suficiente,
jamas me hará dudar.
Es ella.

Juramos nuestro amor
en la luna trasera de un sucio coche.
Entre mis brazos se siente segura,
me siento reconfortado.
Su nívea piel,
se eriza tras el paso de mi mano.
Su pelo azabache
descansa sobre mi pecho.
Me besa...
no los recordaba tan dulces,
tan... ella.
Me quiero perder entre sedas blancas
en una noche eterna donde
solo su silueta se intuye y
la dibujo con mis manos.