Sobre un suelo de infinitos y pálidos mármoles se posan delicadas, blancas palomas. Estas rompen a volar cuando unos pasos matan al silencio. Pasos efímeros, imperceptibles, mas ellas lo han notado y han escapado. El sol atraviesa el cristáleo techo e irradia una tenue luz aterciopelada que cubre, como un cálido abrazo, la habitación.
Son solo los aromas los que te transportan a otros lugares, son solo recuerdos de los momentos mas importantes los que te impulsan a seguir adelante. La fragancia de aquella cala, una pequeña terraza roja. Una sonrisa, un ²te quiero ², en el aquel momento.
Nubeolas cortinas danzan al son del viento, y siempre una canción, llena de sentimiento, acalla los malos recuerdos.
0 comentarios:
Publicar un comentario