Me despiertas. Estás desnuda y acostada sobre mi pecho. Rozas con tu lengua mi garganta y lentamente subes hasta que acaricias mis labios. Tomas mi cabeza con tus manos y me besas lenta pero apasionadamente. No se que hacer a parte de disfrutar de cada irrepetible instante.
Te separas un momento y me miras con esos ojos que, felizmente, me cautivaron en tu corazón para siempre. Sonríes. Coges mis manos y me haces un lento recorrido por tu cuerpo a la vez que vuelves a besarme. Lento y acompasado, al principio, comenzamos a hacer el amor, fogoso y apasionado terminamos.
Así, abrazados y sudados, uno frente al otro descubrimos que, en esta noche de abril, está lloviendo perezosamente. Despacio, protegidos por un edredón, nos acercamos a la ventana y miramos.
2 comentarios:
Me recuerda a algo que escribiste...he de decir que este es muy bonito, hay pocos chicos que escriban así, no dejes nunca de escribir
Silvia Sierra Jaria
Gracias, que decir.
Publicar un comentario