Y busco anhelante
el cadente contorno de tus besos.
Te busco desde Serafín
hasta Olave,
y solo hallo vago recuerdo de tu sonrisa.
Frío sueco hiela mis huesos,
apaga mi corazón,
rompe mi alma.
¿Quieres odiarme?
¿Quieres olvidarme?
¿Qué quieres?
No fui lo mejor,
ni di todo lo que se esperaba de mí pero,
no supe hacer más.
Busco perdón,
solo martirio encuentro.
el cadente contorno de tus besos.
Te busco desde Serafín
hasta Olave,
y solo hallo vago recuerdo de tu sonrisa.
Frío sueco hiela mis huesos,
apaga mi corazón,
rompe mi alma.
¿Quieres odiarme?
¿Quieres olvidarme?
¿Qué quieres?
No fui lo mejor,
ni di todo lo que se esperaba de mí pero,
no supe hacer más.
Busco perdón,
solo martirio encuentro.
4 comentarios:
Muchas veces para encontrar perdón hay que perdonarse a uno mismo...
Nunca he sido bueno perdonando, no tolero el error y menos en mí mismo.
Errar es humano, por lo que hay que perdonar, pero tener que perdonar a diario es de necios. Espero que te sirva.
Es mas facil perdonar a alguien que a mí, me tengo que aguantar todos los días.
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