Imagina,
un pequeño bosque
de cerezos en flor.
Solo tu caminar hace que,
pequeñas flores
de las copas de los árboles
caigan perezosas y algunas,
solo algunas,
altivas y altaneras,
se posan en tu melena,
dorada como siempre.
Vestido blanco de seda,
vaporoso y trasparente.
Una nube con costuras.
Aromas que solo se sienten una vez,
dibujan difuminadas formas.
Luego,
más consistentes que la propia realidad.
Un banco marmóreo y alguien sentado.
Yo.
Acaricias mi pelo
construyes una sonrisa indeleble y
tus ojos,
azules eternos,
como siempre,
rozan mi ser en pos de unos latidos.
Los tuyos y los míos.
un pequeño bosque
de cerezos en flor.
Solo tu caminar hace que,
pequeñas flores
de las copas de los árboles
caigan perezosas y algunas,
solo algunas,
altivas y altaneras,
se posan en tu melena,
dorada como siempre.
Vestido blanco de seda,
vaporoso y trasparente.
Una nube con costuras.
Aromas que solo se sienten una vez,
dibujan difuminadas formas.
Luego,
más consistentes que la propia realidad.
Un banco marmóreo y alguien sentado.
Yo.
Acaricias mi pelo
construyes una sonrisa indeleble y
tus ojos,
azules eternos,
como siempre,
rozan mi ser en pos de unos latidos.
Los tuyos y los míos.
2 comentarios:
me a encantado,te kiero patxi
Que ñoñeria....
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