Tras una nube de humo
de un puro desdichado
escondía dos ojos azules.
Tras ellos
él decía que un alma negra,
ella un ser incomprendido,
uno, como un ser abyecto,
otros un genio y un borracho,
algunas un cabrón con labia,
¡Alguien le llamó poeta!
Coincidían en que no solía sonreír,
taciturno de costumbre
escribía por afición y
bohemiaba de profesión.
Rondaba bares,
cortejaba mujeres,
besaba vasos
y se acostaba con la almohada.
Nunca faltaba un burbon
ni un puro,
ni unas lágrimas,
cuando decía que hacía poesía.
Caminaba sólo,
anudado palestino al cuello,
cuero negro cuando frío
y cuando el calor,
también.
Inseparable de su cuaderno,
de su pluma,
de él.
Le hubiera gustado
ser un barbilampiño cualquiera,
no pensar,
solo actuar.
Anduvo aquella noche,
como la anterior,
por el parque de la soledad.
Donde la luna iluminaba clara,
donde podía ver
que siempre caminaría consigo mismo.
Eterno errante
tras una puesta de sol que no llega.
escondía dos ojos azules.
Tras ellos
él decía que un alma negra,
ella un ser incomprendido,
uno, como un ser abyecto,
otros un genio y un borracho,
algunas un cabrón con labia,
¡Alguien le llamó poeta!
Coincidían en que no solía sonreír,
taciturno de costumbre
escribía por afición y
bohemiaba de profesión.
Rondaba bares,
cortejaba mujeres,
besaba vasos
y se acostaba con la almohada.
Nunca faltaba un burbon
ni un puro,
ni unas lágrimas,
cuando decía que hacía poesía.
Caminaba sólo,
anudado palestino al cuello,
cuero negro cuando frío
y cuando el calor,
también.
Inseparable de su cuaderno,
de su pluma,
de él.
Le hubiera gustado
ser un barbilampiño cualquiera,
no pensar,
solo actuar.
Anduvo aquella noche,
como la anterior,
por el parque de la soledad.
Donde la luna iluminaba clara,
donde podía ver
que siempre caminaría consigo mismo.
Eterno errante
tras una puesta de sol que no llega.
1 comentarios:
Muy muy bueno....te falto poner: increible persona con maravilloso corazon...
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